El taller fue creado a partir de la idea de que los niños pudieran explorar una nueva rama artística: la fotografía. Para ello, se les explicó el funcionamiento del ojo humano, del cerebro y las particularidades de la visión. Luego, se les explicó el funcionamiento de las máquinas fotográficas más simples: las cámara estenopeica (una caja cerrada que cuentan con una sola entrada de luz que se refleja en la pared interna de la misma, sobre un papel fotosensible, dando como resultado un negativo que posteriormente se revela y se transforma en una fotografía normal.
Para finalizar la parte teórica, la docente mostró a los niños en una computadora cómo era el mecanismo que se realizaba para transformar el negativo en positivo y lo practicaron con varias fotografías para poder comprender cómo iban a quedar los resultados que obtendrían con las cámaras a confeccionar. Para la realización práctica del taller, se dividió a los niños en grupos reducidos y posteriormente, se los guió para que marcaran sobre cartón prensado, lo que sería posteriormente las partes de la caja para las cámaras estenopeica.
Para que las cámaras quedaran como “bóvedas”, las pintaron con témpera negra por dentro y las pusieron a secar, así a continuación podrían cerrarlas con cinta aisladora; siempre para que no pudiese entrarle ningún haz de luz indeseado. Una vez que las dos partes de la cámara estaban armadas, con algo de ayuda de los adultos, se hicieron unas pequeñas ventanitas en un costado para poder poner en ellas los estenopos creados con papel aluminio (de envases de yogurt ) y agujereados con pequeñas agujas de coser.
Luego, cuando todos los grupos tuvieron sus cámaras, la docente las llevó al cuarto oscuro para cargarlas con papel fotosensible y salieron a probarlas.

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