Desde el Programa “Un niño, un futuro”, las docentes de Rosario apuestan diariamente al derecho de los niños a ser libres.

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El hogar Chicos del Suroeste de Rosario realiza diariamente una ronda de intercambio, con el fin de trabajar el derecho de los niños a la libertad, a expresarse, a comunicar. Las docentes confiesan que no es un ejercicio fácil y que ciertos días cuesta más que otros, pero nunca pierden de vista el objetivo: que cada chico se sienta escuchado y respetado en sus intereses, experiencias, opiniones.

Además, a través del proyecto anual de arte, el hogar busca que cada uno de los niños que asisten a los talleres logre expresarse a través de diferentes manifestaciones artísticas.

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